Orígen
El Sexenni tiene su origen en el agradecimiento de los morellanos a la Virgen de Vallivana. Según cuenta la tradición, una gran peste asolaba a los vecinos de Morella en el año 1671. Ante la desesperación de encontrar remedio alguno para sanarlos, se decidió pasear la imagen de la Mare de Déu por el municipio. Este hecho curó a los ciudadanos de la localidad y, en señal de agradecimiento, se decidió celebrar un novenario en su honor cada seis años (el Sexenio). Desde entonces, la vida en Morella se cuenta de seis en seis, donde se venera a la Virgen con devoción, cumpliendo así, con el voto hecho por nuestros antepasados.
La fiesta
Los nueve días de fiesta empiezan con la Entrada de las Colonias, formadas por los morellanos que viven en otras ciudades y que representan su vuelta a la población, que con motivo del Sexenio regresan a casa para festejar y adorar a su patrona. Al día siguiente, sale la Romería en busca de la Virgen, mientras los vecinos empiezan a engalanar las calles por las que pasará la Virgen de Vallivana, con los tapices que han ido elaborando durante todo el año.
La romería cuenta con dos etapas: la bajada y el regreso hacia Morella. Éste es el día grande de la fiesta. La Entrada de la Virgen en la ciudad amurallada es el momento más emotivo y mágico. Todos la esperan con fervor y se acuerdan con tristeza de aquellos que ya no están. Desde este momento, en los siguientes días, los diferentes colectivos celebran su fiesta en honor a la Virgen y comienzan el novenario. Primero es el Excelentísimo Ayuntamiento y el Reverendo Clero, día de la procesión general, donde aparecen todas las danzas, cuadros bíblicos, estandartes, peañas, gigantes, etc. Después viene el día de la Marquesa que se sustituyó por el gremio de los Mayores, día en el que se realiza el rosario de las antorchas y finalmente de manera consecutiva se suceden todos los demás, el de los Labradores, el de la Colonia Morellano-Catalana, Morellanos Ausentes, Profesiones, Industria y Transporte, Comercio y Turismo, Artes y Oficios y finalmente Juventud, el cual cierra el novenario. Por último se celebra una misa en recuerdo de los difuntos y se cierra un ciclo que continuará dentro de seis años.
Historia
El primer Sexenni se celebró en 1678. En aquella época, la sociedad estaba dividida en gremios, en función de los diferentes oficios. Cada uno de ellos organizaba la fiesta de un día del novenario, una cuestión que permanece en la actualidad, ya que son las distintas profesiones las que, junto al Ayuntamiento, continúan con la tradición. Los morellanos, al igual que lo hicieran sus antepasados, recorren a pie los 24km que separan la población del Santuario de Vallivana , donde se encuentra la Virgen, que solo lo abandona para subir a Morella cada seis años con motivo del Sexenio. La fiesta se compone además de otros muchos elementos, como lo Retrablos o procesiones que transcurren por las engalanadas calles de la ciudad. Antiguamente los adornos eran florales, compuestos de plantas aromáticas, pétalos y enramadas, pero poco a poco fueron derivando en tapices, composiciones maestras de papel de seda rizado. Estos adornos se preparan durante todo el año por los vecinos de las distintas calles, que acuden cada día a elaborarlos, este trabajo se denomina en Morella (anar a les flors).
Las calles
Además de los adornos de papel rizado, en algunas de las calles por donde transcurren las procesiones aparecen diferentes elementos característicos de la fiesta sexenal, como por ejemplo los Conventos de frailes y monjas. En concreto, se trata de dos conventos ubicados, el de los frailes en la parte baja de la población y el de las monjas en la parte alta, que son la aportación de los vecinos y simulan un pequeño claustro representado por niños acompañados de un adulto que cantan canciones al paso de la Virgen.
Los Volantines (Els Volantins), situados en la calle Julián Prats, son tres muñecos, Pablo, Gertrudis y Cleopatra, colgados en una barra entre dos balcones, que danzan y saltan, accionados manualmente por los vecinos, al paso de la procesión. Al parecer su origen es un poco confuso y quizás aludan a los antiguos acróbatas que actuaban en las ciudades cuando llegaban las fiestas. En la misma calle encontramos la Naranja, de cuyo interior sale un niño representando al arcángel San Miguel y recitando una poesía a la Virgen. Se trata de una costumbre festiva medieval, donde se ubicaba a un niño dentro de una figura que aparecía en lo alto y se abría ante los presentes.
La Mesa al Revés es otra de las curiosidades de la fiesta. Ubicada en la Plaza Tarrascons, está sujetada por cuerdas desde los balcones y orientada hacia el suelo. También se desconoce el origen de esta peculiar mesa llena de buena comida colgada, pero puede ser un antiguo juego o una representación burlesca de alguna situación olvidada.
Las danzas
El gremio de los Mayores se encarga de la Corronquina, danza típica morellana con bailes y música de dulzaina. El Ayuntamiento organiza la de los Torneros, danza acrobática de saltos y malabares que representa a la ciudad. Se trata de diferentes jóvenes que cumplen la mayoría de edad ese año, realizando un baile gimnástico e individual muy complejo, cuyo origen parece ser una adaptación procesional de las antiguas luchas caballerescas. Los Labradores es la danza de los Agricultores y Ganaderos; un baile de coreografía doble realizado por nueve niños y nueve niñas relacionados con el mundo del campo, que ataviados con elegantes trajes danzan al son de la música. El Cuadro Bíblico es la representación que realiza el gremio del Comercio y Turismo, donde la figura principal es la reina Esther, seguida de otras cuatro heroínas bíblicas. También destaca en el cuadro David con la cabeza de Goliat. El Carro “Triomfant” pertenece al gremio de Profesiones, Industria y Transporte, representa una derivación de las antiguas rocas procesionales que escenificaban pasajes bíblicos con los niños como protagonistas de esta simbología. La danza de Artes y Oficios, organizada por el gremio con el mismo nombre, constituye un baile doble, uno de aros y otro escenificando las labores cotidianas de diferentes oficios. Este gremio también se encarga de la danza de los “Teixidors”, donde ocho chicos visten danzando, un palo, llevado por el “barrero” a modo de tejido, representando la labor de los tejedores de mantas morellanas. Finalmente organizan el grupo de las “Miraverges” y las “Santetes” que son las niñas que han tomado la comunión ese año. El gremio de la Juventud se encarga de la recuperada danza de las “Gitanetes”, una de las más antiguas de la ciudad, donde solamente participan mujeres a excepción del portador del palo que es un hombre. Se trata de una danza parecida a la de los tejedores, donde sus componentes bailan alrededor de un palo vistiéndolo con cintas de colores.
El Sexenni
Entre los días 17 y 27 de agosto de 2012 se celebra el 53 Sexenni, cumpliendo una vez más con el voto solemne de nuestros antepasados, porque el Sexenio forma parte de nuestra identidad, de nuestra cultura y tradición, y sobre todo de la devoción y fe de los morellanos por su patrona, la Virgen de Vallivana. Este año, el reloj de la historia se vuelve a detener en Morella para vivir sus fiestas con más esplendor. Un momento para el que la ciudad lleva todo el año preparándose y seis años esperando. Porque una vez que finaliza, se activa la cuenta atrás hasta que pasan esos seis largos años.